
"La vuelta al día en ochenta mundos"
JULIO CORTÁZAR
Siglo Veintiuno Editores
Primera edición en español
México, 1967
214 páginas con ilustraciones.
Descripción: Ejemplar en buenas condiciones, encuadernación rústica, detalles mínimos de uso.
Reseña: La vuelta al día en ochenta mundos es un libro de Julio Cortázar publicado en 1967. El título es un juego de palabras con La vuelta al mundo en ochenta días de Julio Verne. El libro homenajea a las influencias literarias de Cortázar mientras narra los nuevos desarrollos en el mundo de la música durante la década de 1960, el arte moderno (dadaísmo y surrealismo) y algunos de los acontecimientos en lo que respecta a la participación creciente de los Estados Unidos en otros países. El libro también revela por primera vez uno de los pasatiempos de Cortázar en París: tocar la trompeta.
Autor: Julio Florencio Cortázar (1914-1984) fue un escritor, profesor y traductor argentino; este último oficio lo desempeñó, entre otros, para la Unesco y varias editoriales. Sin renunciar a su nacionalidad argentina, optó por la nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el régimen militar argentino.
JULIO CORTÁZAR
Siglo Veintiuno Editores
Primera edición en español
México, 1967
214 páginas con ilustraciones.
Descripción: Ejemplar en buenas condiciones, encuadernación rústica, detalles mínimos de uso.
Reseña: La vuelta al día en ochenta mundos es un libro de Julio Cortázar publicado en 1967. El título es un juego de palabras con La vuelta al mundo en ochenta días de Julio Verne. El libro homenajea a las influencias literarias de Cortázar mientras narra los nuevos desarrollos en el mundo de la música durante la década de 1960, el arte moderno (dadaísmo y surrealismo) y algunos de los acontecimientos en lo que respecta a la participación creciente de los Estados Unidos en otros países. El libro también revela por primera vez uno de los pasatiempos de Cortázar en París: tocar la trompeta.
Autor: Julio Florencio Cortázar (1914-1984) fue un escritor, profesor y traductor argentino; este último oficio lo desempeñó, entre otros, para la Unesco y varias editoriales. Sin renunciar a su nacionalidad argentina, optó por la nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el régimen militar argentino.